jueves, 21 de octubre de 2010

PRINCIPALES PROBLEMAS


Los principales problemas encontrados en la población infantil y adolescente de la ciudad de los niños son:

- Déficit en hábitos de estudio: Comprensión de lectura, toma de apuntes, resolución y comprensión de ejercicios en clase y de estrategias de aprendizaje. No prestar atención al maestro cuando este explica los temas y da instrucciones.

- Bajo rendimiento escolar: Reprobación de una o varias materias


- Poca motivación hacia el estudio: Las materias se les hacen aburridas, no saben para que van a servir los conocimientos adquiridos

- Problemas de conducta: Golpear y burlarse de los compañeros, no obedecer y desafiar a sus mayores.

- Déficit en el control del enojo

- Déficit en el manejo de la frustración: Ya no sienten interés o se vuelven rebeldes cuando pierden o no se hacen las cosas o actividades que ellos quieren

- Déficit en las habilidades sociales: No saben cómo convivir con sus compañeros, resolver conflictos personales, pedir favores, hacer amigos, etc.

- Problemas familiares importantes: Violencia intrafamiliar, desintegración familiar, problemas de adicciones en alguno de los padres, integración problemática de los menores en la familia extensa, problemas de analfabetismo en los padres.

- Bulling escolar

- Desesperanza hacia el futuro, depresión




Explicación de cada uno de los problemas de la población



Déficit en hábitos de estudio, de lectura y de estrategias de aprendizaje:

Un hábito, es un modo especial de proceder o conducirse, adquirido por repetición de actos semejantes u originado por tendencias instintivas (Real Academia Española, 2004). Por consecuencia, a nivel educativo, los hábitos facilitan el proceso de aprendizaje porque provocan en el estudiante actos repetitivos que le llevan a la culminación del proceso de aprendizaje. Así pues, los hábitos facilitan el aprendizaje significativo, y dentro de ellos, la lectura y la escritura son relevantes ya que proporcionan una clave para adquirir conocimiento en todos los otros dominios del aprendizaje (Ruiz Sosa, 2005).

La lectura es un hábito por demás necesario, tanto para el crecimiento intelectual como para el crecimiento del ser mismo. Las nuevas corrientes y técnicas educativas se han orientado al desarrollo de estrategias que apoyen este hábito como una manera de ayudar de forma efectiva a la comprensión de cualquiera de las asignaturas que se imparten en el aula, ya que la comprensión de las ciencias naturales y exactas requiere ante todo la habilidad lectora del estudiante (Ruiz Sosa, 2005).

Así pues, se consideran a la lectura y a su complemento, la escritura, si no los más importantes, como los hábitos más relevantes para el proceso del aprendizaje significativo, ya que de acuerdo con la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de Norteamérica (2003), el dominio de los mecanismos de la lectura fluida y la habilidad para comprender textos, proporciona una clave para adquirir conocimiento en todos los otros dominios del aprendizaje, además, la escritura es el corazón del dominio del sistema alfabético e inicia con la codificación del habla a su impresión.

Otro elemento importante dentro de los hábitos de estudio, son las horas que se dedican al estudio de cierta materia, sin embargo, existen reportes de que el tiempo que se le dedica a esta actividad suele ser tan solo de entre 0 y 1 hora al día (Marín-García, 1997), mientras que se ha reportado (Grajales, 2002) que el factor “hábito de estudio” se correlaciona más con el rendimiento que incluso con aptitudes básicas para el aprendizaje escolar como la verbal o numérica y que los hábitos de estudio están significativamente relacionados (r=0.35, sig. <0.0028) con las calificaciones que obtienen los alumnos en la clase de investigación.



Bajo rendimiento escolar: reprobación de una o varias materias

La reprobación se define como un insuficiente rendimiento cuantitativo y/o cualitativo de las potencialidades de un alumno para cubrir los parámetros mínimos establecidos por una institución educativa y desde una perspectiva operativa, como el número de alumnos que reprobaron al menos una asignatura (Rodríguez et al., 1999).

- Poca motivación hacia el estudio: las materias se les hacen aburridas, no saben para que van a servir los conocimientos adquiridos.



La motivación es una atracción hacia un objetivo que supone una acción por parte del sujeto y permite aceptar el esfuerzo requerido para conseguir ese objetivo. La motivación está compuesta de necesidades, deseos, tensiones, incomodidades y expectativas. Constituye un paso previo al aprendizaje y es el motor del mismo. La ausencia de motivación hace complicada la tarea del profesor. También decir que la falta de motivación por parte del alumno queda a veces fuera del alcance del profesor.

Los tipos de motivación

Antes de explicar los distintos tipos de motivación debemos comentar que éstos se basan en los factores internos y externos que engloban al alumno.

Podemos clasificar la motivación en cuatro tipos:

- Motivación relacionada con la tarea, o intrínseca: la asignatura que en ese momento se está estudiando despierta el interés. El alumno se ve reforzado cuando comienza a dominar el objeto de estudio.

- Motivación relacionada con el yo, con la autoestima: al intentar aprender y conseguirlo vamos formándonos una idea positiva de nosotros mismos, que nos ayudará a continuar con nuestros aprendizajes. Las experiencias que tienen los alumnos van formando poco a poco el autoconcepto y la autoestima. Es el deseo constante de superación, guiado siempre por un espíritu positivo.

- Motivación centrada en la valoración social: la aceptación y aprobación que se recibe por parte de las personas que el alumno considera superiores a él. La motivación social manifiesta en parte una relación de dependencia hacia esas personas.

- Motivación que apunta al logro de recompensas externas: en este caso estamos hablando de los premios, regalos que se reciben cuando se han conseguido los resultados esperados.


¿Cómo motivar al alumno?

Para saber cómo motivar debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:

- Explicar a los alumnos los objetivos educativos que tenemos previstos para esa sesión.

- Justificar la utilización de los conocimientos que les intentamos transmitir con las actividades que les vamos a plantear.

- Plantearles las actividades de forma lógica y ordenada.

- Proponerles actividades que les hagan utilizar distintas capacidades para su resolución.

- Tomar los errores como nuevos momentos de aprendizaje y como momentos enriquecedores.

- Fomentar la comunicación entre los alumnos y las buenas relaciones, realizando tareas de grupo.

- Plantear el razonamiento y la comprensión como la mejor herramienta para la resolución de actividades y conflictos.

- Aplicar los contenidos y conocimientos adquiridos a situaciones próximas y cercanas para los alumnos.




Problemas de conducta (golpear y burlarse de los compañeros, no obedecer y desafiar a sus mayores)

Según los profesionales de la salud, los Trastornos de Conducta son aquellos problemas que tienen nuestros hijos cuando tienen dificultades para cumplir las normas que la mayoría de los niños aceptan.

Algunos ejemplos de estos problemas son:

- No obedecer a sus padres o a otros adultos, como profesores. La mayoría de los niños desobedece algunas veces, pero los menores con estos problemas desobedecen todo el tiempo y aun en situaciones donde el castigo es serio.

- Tener rabietas que son mucho más frecuentes y severas que el promedio de los niños de su edad.

- Volverse agresivos y mostrar conductas destructivas. Esto puede involucrar daño a la propiedad privada, pero también puede implicar amenazas o comportamientos peligrosos, como robar.

- Replicar siempre, contestar mal, discutir, hacer que pequeñas situaciones parezcan más grandes de lo que son y siempre desear decir la última palabra.

- Rehusar a cumplir con sus obligaciones diarias, como las tareas escolares y el aseo personal. Es probable que la mayoría de los adolescentes tengan sus cuartos desordenados y les cueste ayudar a hacer las tareas de la casa. Sin embargo, los adolescentes con problemas de conducta se niegan constantemente a hacer algo para ayudar y no prestan atención a la limpieza básica e higiene.

- Todos los niños mienten especialmente si temen involucrarse en problemas o si realmente quieren algo desesperadamente. En el caso de los niños con problemas de conducta, ellos mienten constantemente aun cuando no hay necesidad de hacerlo.

- Los niños con problemas de conducta también presentan otras conductas antisociales, como el exceso de ira y el uso de palabras vulgares; conductas ofensivas, como por ejemplo, escupir a las personas, o el ser indiferentes a los sentimientos de los demás.



Algunos nombres dados a las formas extremas de estas conductas son:
· Conducta Desafiante y de Oposición: Este término se utiliza para describir a niños temperamentales que se molestan muy rápido, que siempre están enojados y continuamente entran en discusión. Esto es más común en los niños más pequeños, quienes desafían a sus padres y profesores y cuyo propósito es molestar. Estos niños usualmente no son crueles, no intimidan, no engañan y no son antisociales, pero pueden llegar a serlo si sus problemas no se tratan.

· Trastorno de la Conducta: Este término se utiliza para los niños que incumplen todas las reglas normales que sus padres y profesores les ponen.

· Trastorno de Hiperactividad por Deficiencia de Atención (ADHD): Este término se utiliza para describir a los niños que son más activos e impulsivos que la mayoría de los niños. Estos problemas pueden también estar relacionados con problemas de la concentración y del aprendizaje.


Déficit en el control del enojo

El enojo es una emoción muy fuerte que estimula una acción agresiva. Es una reacción fisiológica y psicológica al dolor, el sufrimiento, la amenaza o el peligro. La amenaza puede ser real o imaginaria.

Las personas tienen sensibilidades, deseos y necesidades sociales. Cuando no se las satisfacen o se afectan, nos sentimos frustrados. Y la frustración es la “madre” del enojo y la agresión.

La sensación de enojo y las emociones no constituyen un problema ni un factor negativo. Lo que importa es cómo hacemos frente y expresamos nuestro enojo.

En muchos casos el enojo nos fortalece y nos motiva para solucionar los problemas. Y por el otro lado, el enojo nos puede volver irracionales y así decir cosas que jamás tuvimos la intención de expresar.

Cuando no tenemos un control de nuestro enojo y nos lleva a conductas destructivas para nosotros mismos y para los demás se dice que la persona tiene un déficit en el control del enojo.


Déficit en el manejo de la frustración

Ya no sienten interés o se vuelven rebeldes cuando pierden a no se hacen las cosas o actividades que ellos quieren.

La frustración se define como cualquier obstáculo que interviene entre una persona y su meta. La forma en la que la persona percibe esta frustración es lo que va a determinar cómo se siente cuando se encuentra bloqueada al querer alcanzar esa meta.

La mayoría de los seres humanos experimentan cierta frustración cada día, ya que es natural que algunos obstáculos interfieran en nuestros planes y objetivos. Sin embargo, no es la presencia de la frustración lo que nos hace sentirnos mal, sino nuestra actitud hacia ella.

Los individuos que experimentan baja tolerancia a la frustración consideran cualquier obstáculo en su camino como algo “terrible” y están tan preocupados, demandando que las cosas salgan de la forma en la que ellos quieren. Se hacen sentir mal a ellos mismos al punto de sentirse incapaces de manejar la situación. Aquellas personas que no han aprendido a manejar y controlar su baja tolerancia a la frustración a menudo se encuentran enojados, deprimidos o cediendo a las demandas de la demás gente.





A medida que los niños van creciendo tienen mayores oportunidades de desarrollar tolerancia a la frustración. Cada vez que encuentran un obstáculo hacia una meta se les impulsa a manejar la situación por ellos mismos — están trabajando hacia crear tolerancia a la frustración. Además, se les ayuda a capacitarse para postergar la gratificación inmediata para obtener una meta a largo plazo

La baja tolerancia a la frustración, es entonces, la dificultad que tienen algunas personas en aceptar distintas circunstancias, hechos o dificultades que le ocurren en la vida y que sienten les afectan en el tiempo en que se producen (demora) o en la negación(de un sí o un no) o en la no respuesta a un sentimiento, o en algún contratiempo etc., ante lo cual ésta persona que no acepta tal respuesta se siente frustrado/a y reacciona ya sea con ira, dolor, angustia, sensación de insatisfacción, intolerancia, que les llevan desde una respuesta violenta o agresiva, o un alejarse de la circunstancia o situación hasta a evadirse mediante conductas compulsivas y autodañinas tales como el consumo de sustancias adictivas(drogas, alcohol, tabaco,) o a no controlar los impulsos (agresivos por ejemplo), o a tener conductas compulsivas tales como juego patológico, piromanía, cleptomanía, etc.


Déficit en las habilidades sociales

Las personas con déficit en habilidades sociales experimentan aislamiento social, rechazo y una baja autoestima, como consecuencia de percibirse a sí mismas como incompetentes socialmente. Cuando las habilidades sociales son apropiadas, el resultado es un mayor sentido de autoeficacia y un mayor reforzamiento social positivo, tanto a corto como a largo plazo.

Las habilidades sociales son una serie de conductas (y también pensamientos y emociones), que aumentan nuestras posibilidades de mantener relaciones interpersonales satisfactorias y conseguir que los demás no nos impidan lograr nuestros objetivos. Una persona con habilidades sociales busca alcanzar sus propias metas pero también tiene en cuenta los intereses de los demás, y cuando entran en conflicto trata de encontrar, en la medida de lo posible, soluciones satisfactorias para ambos. Como sabemos, las relaciones interpersonales son una necesidad primordial en nuestra vida, ellas suponen gran parte de nuestro bienestar, y como tal, también son un foco importante de estrés y conflicto si no se desarrollan de manera adecuada.



Destacamos las siguientes habilidades:

1. Escucha Activa, que implica (Costa, 1991)”escuchar con comprensión y cuidado”. Por medio de esta habilidad nos hacemos conscientes de lo que otra persona está diciendo y de lo que está intentando comunicarnos. A través de ella damos “información” a nuestro interlocutor de que estamos recibiendo lo que nos dice, mejorando nuestra comunicación verbal y no verbal.

2. Empatía, que es la capacidad de ponernos en el lugar del otro, intentado entender sus problemas, sentimientos, miedos, opiniones, rechazos. Apreciando que no todos percibimos de igual forma una determinada situación.

3. Asertividad, es la destreza que permite expresar sentimientos, pensamientos en primera persona, sin herir a los demás, siendo respetuosos, evitando los juicios, las críticas que rompen la comunicación.

4. Autocontrol y autorreflexión que permite conocernos mejor y actuar de forma más adecuada a nuestros intereses, respetando a los que nos rodean.

5. Negociación que es (Cornelius y Faire, 1995) "llegar a un acuerdo equilibrado que las partes implicadas consideren justo y por lo tanto respetable". Se pretende ofrecer una visión de las confrontaciones que no se limiten a las salidas que habitualmente utilizamos ante un conflicto: ganar o perder, implica más tolerancia, solidaridad, escucha activa, asertividad. Es una destreza que permite en clase llegar a acuerdos acerca de normas, necesidades y dificultades de la clase, favoreciendo un clima positivo para el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje.

6. Mediación que, como indica la misma palabra, es mediar en los conflictos sin tomar parte por ninguno de los implicados, ayudando a resolverlos, (Cornelius y Faire, 1997).Cuando los adolescentes adquieren estos conocimientos, los pueden utilizar para resolver problemas con sus compañeros. Muchas escuelas han descubierto que el estado de ánimo mejora y que los problemas de disciplina disminuyen cuando se introducen programas de mediación. Al principio los profesores pueden actuar como coordinadores o mediadores hasta que los alumnos adquieran los conocimientos necesarios para aplicarlos entre ellos cuando surja algún problema.

7. Resolución de problemas. Todo, problema crea un conflicto (Cortina 1997) que es la contraposición de intereses en relación con un mismo asunto y las estrategias idóneas para su resolución. El conflicto puede generar angustia en las personas cuando no encuentran una solución que les satisfaga, y esto hace que baje su rendimiento escolar o adopten una conducta inadecuada, por eso es necesario enseñarles a encontrar una respuesta adecuada a esa situación. La resolución de conflictos (Puig, 1997) tan sólo pretende evitar la aparición de respuestas claramente erróneas y sobre todo intenta transmitir algunos conocimientos y algunas pautas de conducta.




Bulling escolar

El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar o, incluso, por su término inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.

1 comentario:

  1. Deberían actualizar la página y darle mayor difusión.
    Saludos y sigan con su loable labor

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